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Venezuela sigue dando muestras indudables de que el Socialismo Bolivariano está planteando un modelo económico que no sólo es socialmente justo, sino que también es viable en el tiempo.
Mientras países al rededor del mundo sufren debacles económicas que los están obligando de manera inmisericorde a disminuir al máximo sus gastos sociales, nuestro país no sólo ha aumentado su PIB, sino que la inversión en planes sociales nunca había sido tan alta en toda nuestra historia.
Por ejemplo, recientemente el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, dio a conocer el crecimiento del PIB en un 5,2% durante el tercer trimestre de 2012, con respecto al mismo período del 2011, cuando se situó en 2,5%. Es es más del doble.
Interesante resulta que la actividad no petrolera creció de 4,8 a 5,4% por séptimo trimestre consecutivo, mientras que la construcción se elevó de 10,9 a 12,6 gracias a la Gran Misión Vivienda Venezuela (recordemos que esta misión es uno de los programas sociales más fuertes del Gobierno Bolivariano).
Por su parte, el ministro del Poder Popular para la Economía y Finanzas, Jorge Giordani aseguró que “Venezuela entró en una nueva fase de su crecimiento estable y sostenible”, al tiempo que expresó que hasta octubre, la inflación mantuvo su tendencia a la desaceleración y registró una variación anualizada de 17.9%, por lo que el Banco Central de Venezuela (BCV) y el Gobierno Nacional, redoblan esfuerzos para que al finalizar el año la cifra culmine por debajo del límite inferior presupuestado para el cierre de 2012, que se estimó en un rango de 20 y 22%.
Todas estas estadísticas son la respuesta precisa e irrefutable a todos los vanos esfuerzos de la derecha venezolana de sembrar miedo en la población, sobre mala gestión de políticas económicas. Los números matan labia barata.
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