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9.Abr.2012 / 10:07 am / Haga un comentario

Hoy se cumplen 64 años del nefasto asesinato del líder socialista colombiano Jorge Eliécer Gaitán, quien como político progresista, ya era el virtual ganador de las elecciones presidenciales de Colombia para el período 1950-1954.

Gaitán se perfiló desde muy temprana edad como izquierdista (incluso su tesis universitaria tuvo que ver con este tema), y dedicó toda su vida como político a defender causas justas de carácter social. Es así como estuvo determinadamente en contra de explotación a obreros y campesinos; y durante su gobierno como Alcalde de Bogotá (1936), implementó innovadores planes sociales relacionados con alimentación a infancia vulnerable, y cultura sin exclusión.

Igualmente, como abogado, Jorge Eliécer se opuso abiertamente a casos de abusos y terrorismo de Estado, como la tristemente célebre  «Masacre de las Bananeras» (Magdalena, 1929), en la cual un número desconocido de trabajadores colombianos de la United Fruit Company fueron vilmente masacrados, sólo por exigir reivindicaciones laborales.

Fue su larga historia como defensor de causas justas la que posicionó tan positivamente a Gaitán en el corazón del pueblo neogranadino, y ante la posibilidad de que llegara al poder, e iniciara con ello un verdadero proceso revolucionario en Colombia, la derecha de ese país (auspiciada, no hay duda, por EEUU) optó por quitarle la vida.

Sin embargo, la muerte de Jorge, lejos de acabar con la izquierda en la hermana república, terminó desatando una crisis política-social denominada «El Bogotazo», de la cual posteriormente surgieron células guerrilleras revolucionarias, y con ello se  inició el conflicto armado que hasta estos días vive Colombia.

El asesinato de Gaitán, debe ser visto incluso como un crimen de lesa humanidad, y es que de ese hecho se ha derivado  tanto daño a Colombia (y a Latinoamérica misma) que no serían suficientes un millón de años de cárcel para quienes orquestaron su muerte. Sangre inocente ha corrido por casi 70 décadas, sólo por la mezquindad fascista de los conservadores colombianos.

Es imposible olvidar a Gaitán y su eterno legado: la esperanza de un pueblo de por fin ser libre, y que en igualdad y justicia, se construya un mejor país con visión de futuro en colectivo. Desde Candangueando saludamos al valiente pueblo  de Colombia, que hoy en día sigue en la misma lucha que inició Bolívar hace 200 años, y cuya victoria está hoy más cerca que nunca: ¡Revolución!

 

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