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Caracas, 13 oct (EFE).- El ministro venezolano del Interior, Miguel Rodríguez, confirmó hoy que anoche fue detenido por presunta corrupción el alcalde de Valencia, la tercera mayor ciudad de Venezuela y capital del estado Carabobo (centro), Edgardo Parra.
Agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) arrestaron a Parra en una acción coordinada con fiscales en el marco de «una investigación que se viene realizando desde hace algún tiempo» y que vinculan al alcalde con el cobro de «cuantiosas sumas por cobros ilegales», declaró Rodríguez a los periodistas.
El ministro reveló que además de Parra, aliado del presidente del país, Nicolás Maduro, fueron detenidas otras tres personas, entre ellas el hijo del mismo nombre del burgomaestre, y que todos se encuentran en los calabozos del Sebin de Valencia, ciudad que se levanta unos 200 kilómetros al oeste de Caracas.
Los cuatro serán presentados este lunes en un tribunal de Valencia para que sus detenciones sean formalizadas, añadió.
El gobernador de Carabobo, el también oficialista Francisco Ameliach, reveló a su vez que el ministro le aseguró que se han recopilado contra los acusados «pruebas contundentes».
Ameliach pidió que sean «preservados los bienes y los servicios que son del pueblo valenciano» y administrados por la Alcaldía, porque dijo que existe «una especie de desbandada» de funcionarios.
En ese sentido calificó de «sospechosa» la salida del país este viernes del director de Hacienda de la alcaldía, Alberto Terán.
El Ministerio Público precisó que además del alcalde y su hijo fueron detenidos Victoria Eugenia López Pando, de 34 años, y Belesmit Romero, de 39 años, a quienes se les imputará los delitos de concertación de funcionario público con contratistas, asociación para delinquir y legitimación de capitales.
Las detenciones se produjeron cuatro días después de que Maduro pidiera en el Parlamento poderes especiales para legislar contra la corrupción, un flagelo que identificó con el capitalismo, la oposición y también con algunos «falsos chavistas».
Esa lucha es de «vida o muerte» para el socialismo, sostuvo el gobernante tras admitir el surgimiento de un «nuevo sector privilegiado, una nueva elite económica» adscrita al oficialismo, la cual presentó como una «desviación» de la Revolución Bolivariana.
Maduro espera con poderes legislativos especiales «adecentar» un país que requiere, añadió, «profundizar, acelerar y dar la batalla a fondo por una nueva ética política, por una nueva vida republicana».
«Si la corrupción sigue reproduciéndose y perpetuando su lógica capitalista de destrucción, aquí no habrá socialismo, el socialismo nunca podrá afianzarse en su dinámica profundamente humana entre nosotros en medio de los antivalores de la corrupción», repitió.
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